El ruiseñor y la rosa
El ruiseñor canta y
sus penas
se van lentas, con el
viento.
Una rosa sembraba sus
pétalos
y su perfume en el
viento
y se cogia las penas.
Cantando, el ruiseñor
hacia su rosa en el
viento.
Uma flor na névoa
Eras névoa quando nas
manhãs
estendias, preguiçosa,
as tuas pétalas.
Entre luz e sombra,
entre noite e dia
eras fronteira
invisível, um só ponto
de névoa imprecisa e
tangível perfume
que esperava o
meio-dia.
António Eduardo Lico
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