Soñando
el duende mira la luna
Y su sueño
se vuelve de plata
Una flor
vuela hecha serenata
Y busca el
verde de la aceituna
La melodia
es canción de cuna
Ardiendo
como se fuera sonata
Y por los
aires vuela insensata
Como
pasarillo en la laguna
La
guitarra la tiene por almohada
Y hierbas
ardientes como luceros
De una
estrellita vinda de Granada
Hacen sus
cabellos aventureros
Hermosos
ginetes en galopada,
Hasta la
luna, ardientes camineros
António Eduardo Lico
Maravilla de soneto Antonio. Los duendes siempre han sido enamorados de la luna.
ResponderEliminarBuen espacio tienes aquí. Un gusto compartir letras.
Un abrazo
Gracias Osvaldo. Es el mio placer compartir nuestras letras y perdona mi pobre castellano. Todabia siempre me gustó hacer algo en castellano por lo much que admiro muchos poetas de lengua castellana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es muy lindo Antonio, viajar con tu duende es un sueño, un abrazo calido,
ResponderEliminarGracias Carmen.
ResponderEliminarA veces es inevitable los viajes con los duendes.
Un abrazo.