OTRA VERSIÓN DE LA SOLEDAD
si al menos pudiera permitirles
que extrañasen el calor de mi vientre.
yo no los quise culpables
aullando como perros heridos
maldiciendo la gota de agua
el aire de sus pulmones.
yo los traje a mi pecho
junto a los incautos vericuetos de las paredes.
ya no más
silencio de madre acorralada por las mismas
manos que sostuve.
mi soledad es cima
carezco de armadura
muda de piel voy hacia lo absurdo.
mi soledad no es un espacio vacío:
aquí están llenas todas las palabras.
Esta versão é cristalina. De quem cultiva a palavra aguando-a na medida certa.
ResponderEliminarAbraços, caro amigo,
Sem dúvuda caro amigo. Tudo neste poema tem a medida certa.
EliminarAbraços.